Gatos

Alimentación y cuidados
Los gatos (al igual que los perros) no deben de comer cosas que se salgan de su alimentación. Si es verdad que adoran el pescado, y una de las cosas que les podemos dar a nuestros amigos es una lata de sardinas sin aceite. Una lata de atún (al natural) también es un buen premio para ellos. No debemos abusar de la leche a pesar de que les guste, por que lo gatos, al igual que todos los animales, dejan de tomar leche una vez dejan de mamar, por lo tanto no debemos cambiar mucho su alimentación natural. El pienso para gatos suele contener muchas vitaminas que les ayudan a hacer bien la digestión y a que no se produzcan atascos. Aun que todo depende de la marca no os fieís siempre en el precio a la hora de elegir una comida para nuestros amigos.
Los gatos son animales muy limpios y hacen sus necesidades en cajas de plástico con arena para gatos. Muchas arenas contienen aditivos peligrosos para la delicada piel de los gatos asi que hay que leer lo que contienen y preguntar siempre al dependiente. Una de las cualidades más óptimas de los gatos es que son animales muy silenciosos y, a pesar de lo que digan, un gato bien educado, no es nada destructivo. Falta tener en cuenta que los gatos hay que cepillarlos al menos una vez por semana puesto que cuando llega el verano desprenden mucho pelo y cepillándolos de vez en cuando nos ahorramos pasar la aspiradora continuamente.
Los gatos deben tener una caseta y un rascador para las patas (a no ser que queramos que nuestra casa parezca un basurero) por que los gatos adora arañar todo aquello que se les antoje.
Duermen en el sitio que les apetezca pero si les enseñamos que su lugar es la caseta, ellos solos se irán acostumbrando a que su lugar es el que el dueño le mande.
Los primeros días en casa
Como todos los animales en un sitio diferente, los gatos tardan un poco en acostumbrarse a su nueva casa. Suelen estar distraidos y austados y se meten en un rincón hasta que creen estar dispuestos para explorarlo todo. Una vez les llegue su momento, suelen ir a todos los rincones de la casa. Se restriegan para dejar su olor y suelen seguir tus pasos por miedo a quedarse solos. Una vez se acostumbran (cuestión de días) se mueven con total libertad por su nueva casa. Debes enseñarles desde el primer día donde están sus cosas o donde puede entrar y donde no.

De viaje con nuestro compañero
En el caso de que nos llevamos a nuestro amigo, debemos tener en cuenta que al igual que nos pasó cuando llegó por primera vez a nuestra casa, ahora mismo está en un lugar completamente diferente al que tenendremos que ayudarle a acostumbrarse a esos días de vacaciones.
Podemos dejarles solos en una habitación (ventilada, con comida, agua y una cama). Pero debemos de intentar que le sea imposible escaparse. Los gatos por naturaleza son exploradores y lo que más les gusta en el mundo es poder descubir lo nuevo que hay a su alrededor.
Por otro lado, si decidimos no llevarnos a nuestro amigo, podemos pedir a un familiar o a un amigo que se quede cuidando de él unos días. En el caso de que esta opción nos sea imposible, hay guarderías que por muy poco dinero te pueden cuidar a tu gato el tiempo que estés fuera de casa. Pero recuerda: nunca jamás lo abandones, por que él no lo haría.

